Es cierto lo que dice
Santos Anaya en su texto ¿Sabes con quién estás hablando? Esa pequeña pregunta
que ya pasa desapercibida porque es casi natural y patrimonio de nuestro país,
ha sido repetido miles de veces por personas que se encuentran en un problema y
encuentran una salida rápida y exitosa a través de conocidos que tienen
influencia. Esto desde el punto de vista del tramitador.
Desde el punto de vista
del operario, la frase implícita es: Reconozco con quién estoy tratando. Esto
significa haber detectado y analizado al usuario de tal forma que se distinga
su clase social, su nivel de educación y si es que se le puede tratar de
cualquier forma o no. En una sociedad donde el “blanquiñoso” es el que tiene el
monopolio del buen trato, el “Reconozco con quién estoy tratando” suele ser un
arma perfecta para aprovecharse de las personas.
Se pensó en un inicio que
la sociedad limeña estaba descontenta con la labor de los operarios de las
entidad públicas como la RENIEC, SUNAT y la PNP; sin embargo, no ha sido así.
Según la encuesta realizada por el grupo, y otras encontradas, los ciudadanos están satisfechos con
el trato que brinda el personal de las dos primeras instituciones, a
diferencia de la PNP, que registra un historial protagonizado por tratos
indiferentes. En ésta última premisa se basa la última conclusión.
Un trato indiferente de
parte de la policía cuando acudimos porque nos han robado o atacado crea en
nosotros rechazo por la institución que, se supone, debería generar en nosotros
confianza y respaldo. Una vez obtenidos esta sensación negativa por los
uniformados de verde, se olvida por completo el lema de “¡A la policía se le
respeta!” y se reemplaza por el “¡Al ciudadano se le hace caso!”.