Está clarísimo que todos
estamos acá por alguien. Nuestra existencia está dada y garantizada por
personas que pueden ser cercanas o
no a nosotros y la relación que mantenemos con cada una de ellas corresponde a
un código social. Llegamos a cierta edad y la sociedad nos exige, de cierta
forma, empezar a ser parte de nuevos grupos de personas, pues la soledad es mal
vista, es sinónimo de rechazo, inseguridad, falta de personalidad y llega a ser
motivo de burla. ¿Quién es al que molestan en el colegio? El que no tiene
amigos, pues si lo tuviera, lo defenderían.
Es así como llega el nido, donde se forman los primeros compañeros
en las aulas magnas de ositos, leonsitos y jirafitas (los más altos). Luego, la
escuela, lugar donde, algunos dicen, nace la verdadera amistad. Ser parte de un
grupo es algo fundamental en toda etapa y, ni los anarquistas me dejarán
mentir, te permitir establecer nuevas relaciones que en un futuro serán de gran
utilidad. Pero, ¿por qué no hacer
las cosas solos y valernos no solo de nosotros mismos? ¿Necesitamos de alguien
más en realidad?
La sociedad, siguiendo las bases del funcionalismo, son un cuerpo
vivo y percibible. Tiene movimientos propios, decisiones propias y pensamientos
propios. Ésta, a lo largo del tiempo, nos ha hecho tan necesarios los unos a
los otros al extremo de plasmarnos en una era de la interdependencia.
Sabiendo que uno depende de otro, así mucho no lo quieran aceptar,
¿cómo hacemos para tener una relación efectiva y exitosa con los demás? ¿Qué
está bien y qué está mal? Estas preguntas son respondidas por una especie de
manual tácito que es impuesto en la mayoría de nosotros desde que nacemos: La
conducta social.
La conducta social es el
conjunto de todas aquellas conductas orientadas al ámbito social y que todos
los seres humanos compartimos y logramos guardar/registrar dentro de nosotros
en función de lo percibible. Las conductas sociales, además, son aquellas que
se relacionan con los componentes del sistema social, como:
- · Conductas relacionadas al trabajo: Búsqueda, cumplimiento, generación y mantención.
- · Conductas relacionadas al dinero: Obtención, ahorro, gasto y administración.
- · Conductas relacionadas al ambiente: Contaminación, cuidado.
- · Conductas relacionadas al cuidado de sociedad: Apoyo moral, económico, rechazo a la violencia, rechazo a la muerte, admiración por lo heróico.
- · Conductas relacionadas al bienestar social: salud, educación, calidad de vida
- · Conductas relacionadas a los estilos de vida: Materialismo, espiritualismo, dedicación al arte, estilos de vida derivables de la opulencia y los estilos de vida derivados de la carencia.
- · Conductas relacionadas a la convivencia social: el buen trato, el mal trato, la buena mirada, la mala mirada, el buen tono de voz, el mal tono de voz, la situación incómoda, la situación apropiada, entre otros.
Es importante señalar que
estos modelos de conducta aparecen en todo momento y no son exclusivos, por el
contrario, aparecen muchas veces relacionadas uno con otros. En el presente
trabajo analizaremos en especial la conducta relacionada al trabajo y a lo que
es la convivencia social. Ambos se unen cuando los operarios de entidades
públicas realizan su labor y ésta es percibida por los ciudadanos como buena,
cuando el trámite ha sido exitoso, rápido y ha recibido un trato amigable o
malo, cuando el trámite no ha sido exitoso y por el contrario, ha sido lento y
se ha recibido un trato indiferente y defectuoso.
